guion

Un día en la vida - Gretel

Temporada 1 /

Episodio 2

publicado el 14.05.2024

Gretel: G

Presentadora: P

Narradora: N

INICIO
N

cuando Gretel empezó a gritar hacía rato que su abuelo la tocaba. estaban en el dormitorio principal de la casa. era de madrugada y su abuela, quien ocupaba el borde opuesto de la cama, nunca sintió los gritos, ni las patadas, ni los movimientos del colchón, ni la fuerza de la agresión…

 

Gretel tuvo una infancia dividida en dos partes, la buena y la mala. la mala empezó esa noche en una casa de cemento y tierra, a medio construir, en El Cotorro, La Habana, en un barrio que se llama Las Delicias. Gretel tenía 11 años.

 

ella es Gretel.

G

mi relación con mis abuelos era muy buena en aquel entonces. con mi abuela yo siempre estaba con ella porque me enseñaba a coser, a manejar la máquina… con mi abuelo me sentaba a ver la pelota, siempre fue bastante buena la relación con ellos dos, hasta cierto punto… hasta ese día…

PRESENTACIÓN
P

hola. bienvenidos a ‘La mala palabra’, un podcast de El Estornudo.

 

yo soy Laura Llópiz, y este es un espacio donde contamos historias reales, cosas que han sucedido a personas como tú.

 

esta es nuestra primera temporada. se llama ‘Un día en la vida’, y tiene cinco episodios. en cada uno hacemos una narración en torno a un suceso que cambió la vida de su protagonista, que determinó un antes y un después.

 

el episodio de hoy se titula Gretel.

 

avisamos que es un episodio en el que se narran acciones violentas. no es apropiado para menores. también se recrean situaciones que pueden perturbar a personas que han sido víctimas de violencia sexual.

 

a solicitud de la testimoniante, el único nombre real que utilizaremos es el de ella. para el resto de los personajes nos valdremos de nombres ficticios.

 

hoy contamos con la narración de la actriz Laura de la Uz. y ella cuenta así:

N

Gretel tiene ahora 29 años. es dramaturga. al momento de este testimonio era asesora en el Centro de Teatro de La Habana.

 

lo que Gretel va a revelar lo ha llevado en silencio durante lapsos de tiempo que en realidad son más cortos de lo que parecen. lo contó por primera vez a los 16, solo a su madre, solo una parte…

 

ver a Gretel solo como una víctima, llamarle víctima –como escribió Belén López Peiró–, es convencerla de que le jodieron la vida, y de que su historia empieza y termina ahí.

 

su historia en realidad comienza en Puerto Padre, Las Tunas, el lugar donde nació.

G

mis padres los dos son médicos; se conocieron en la carrera, juntos se fueron a pasar el servicio social a Las Tunas, se casaron, allá me tuvieron, y cuando yo tenía como año y medio se separaron.

en Las Tunas solamente viví meses.

N

en La Habana fue a vivir al Cotorro, un municipio del extremo sur de la ciudad, en la frontera con la provincia Mayabeque.

G

aquí en El Cotorro yo he vivido en varias partes porque a mi mamá le dieron un consultorio médico una vez que regresa de Las Tunas para acá.

N

un consultorio médico es una pequeña clínica ambulatoria comunitaria en la que, además, reside el médico de atención primaria de salud. los consultorios generalmente tienen dos pisos y están distribuidos por toda la geografía del país.

G

y… estuvimos deambulando, como aquél quien dice, vivimos como en cuatro o cinco consultorios médicos diferentes. estaba la casa de mi papá, que es otra casa más y también estaba la casa de mis abuelos maternos que también me quedaba ahí. o sea, yo no he tenido una casa fija en donde he pasado largas temporadas. normalmente me quedaba una semana aquí, una semana allá, así…

N

una de esas casas era la de sus abuelos paternos.

 

la abuela de Gretel era ama de casa y costurera. el abuelo fue parte del ejército de cubanos que luchó en Angola en el último cuarto del siglo pasado. cuando regresó de la guerra, se ganaba la vida vendiendo periódicos y caramelos en las paradas de guaguas, como se llama a los autobuses en Cuba; caramelos que siempre le regalaba a Gretel.

G

mis abuelos me tenían como la cosa bonita, la más pequeñita, no sé qué… entonces a mí siempre me tenían muy mimada. yo llegaba allí y me daban lo que yo pidiera.

N

Gretel fue una niña con desarrollo precoz. a los 11 parecía mayor y la vestían con ropas que no correspondían con su edad. su padre, que era alcohólico, la llevaba a fiestas de santo. ella bailaba en el centro.

G

en aquel entonces para mí eso era algo banal, no me interesaba. lo que me importaba era ser el centro de atención de la fiesta.

N

en Cuba se conocen como fiestas de santo a las celebraciones populares de las religiones afrocubanas.

 

pero el padre de Gretel ni siquiera era religioso. asistía por motivos que veremos más adelante.

G

después me fui dando cuenta que me estaban preparando para cosas peores…

N

la casa de los abuelos tenía dos cuartos. en uno había dos camas pequeñas donde dormían el padre de Gretel y su hermana mayor, que tenía discapacidad mental. la tía Mercedes.

G

y entonces en el segundo cuarto había una cama camera donde dormían mis abuelos. cuando yo me quedaba allá, dormía en el medio de ellos.

N

y una noche del verano de 2005…

G

esa noche… ¡dios mío! eeeh… perdón…

 

como de costumbre yo me bañé, nos pusimos a ver la tele…

 

y ya, y nos acostamos a dormir. había un calor horrible, horrible, horrible. y… yo recuerdo que me llegué a quedar dormida pero, en medio de la noche, empecé a sentir que me estaban tocando. y al principio pensé que era mi abuelo que estaba como tratando, como hacía normalmente, tratando de taparme con la sábana o algo así.

 

pero, bueno, después me di cuenta que no, que al contrario, lo que estaba haciendo era destapándome. yo me viraba boca abajo para evitar que me siguiera tocando y entonces él me volvía a virar boca arriba, me hacía fuerza, y entonces llegó un momento en que yo empecé a darle patadas a mi abuela, que estaba al otro lado mío y mi abuela nunca respondió, simplemente estaba virada de espaldas a mí y nunca respondió.

 

ella se pasó toda la noche quieta. y…, yo sí recuerdo que hubo un momento que ya empecé a llorar, empecé a llamar a mi tía Caridad, empecé a llamar a mi padre y no respondían… que no sé por qué respondían porque sus cuartos se comunicaban. o sea, para entrar al segundo cuarto donde estaban mis abuelos tenías que pasar por el primero, que era donde estaban mi padre y mi tía, y no tenían puertas. entonces, yo empecé a gritar y recuerdo que lo único que estaba acompañando mis gritos era un perro en la casa vecina que, al parecer, por mis gritos, como era de madrugada, se asustó y empezó a ladrar.

 

y… llegó un momento en el que empecé a sentir unos dolores como en las costillas porque tenía el peso de él arriba de mí ¿no? y… él era un hombre… para mí, en aquel entonces, que era una niña, era un hombre grande, fuerte… y entonces al tener eso arriba de mí, empecé a sentir un dolor en las costillas como que estaba teniendo presión. Y eso me empezó a dar falta de aire, y… llegó un momento en el que yo perdí la conciencia.

 

no sé si yo estuve consciente el resto de la noche, porque normalmente después los psiquiatras me explican que los niños tienden a borrar, o sea como un método de defensa, pero yo juraría hasta el sol de hoy que lo que me pasó fue que me desmayé, por el dolor y por la falta de aire. de tener esa presión arriba de mí.

N

al día siguiente, Gretel se despertó con mucho dolor. las piernas no le respondían y no podía caminar. lloraba y pedía que llamaran a su mamá.

G

cuando mi madre llegó a buscarme yo estaba sudando, temblando, y con mucha fiebre, con mucha fiebre.

N

como Gretel solía tener episodios reiterados de amigdalitis, la madre le dio a tomar antibióticos durante unos días, hasta que se le pasó el malestar.

G

el problema es que son recuerdos como muy vagos, porque después de esa noche mis visitas allí se hicieron más distantes, y de tiempos muy cortos. yo le había dicho a mi padre que yo no quería quedarme más en casa de mis abuelos. entonces en casa de mis abuelos yo iba, estaba un rato, generalmente cuando estaban viendo la pelota, que era como… algo muy tradicional ahí y comer juntos y demás, y automáticamente me iba.

N

durante sus cortas visitas, Gretel tenía la precaución de no quedar a solas en ningún espacio de la casa. y cada vez que presentía que estaría en compañía de su abuelo sin otra supervisión, se iba a jugar a la calle o se acercaba a su tía.

G

mi abuelo desde ese entonces cayó en un silencio conmigo, apenas me hablaba o me dirigía la palabra. pero incluso hasta con mi abuela me puse distante. y… eventualmente, llegó un momento en el que ya yo no iba ni a verlos.

N

Gretel no puede recordar con exactitud cuántas veces regresó a ver a sus abuelos, pero fueron muy pocas. algo más que una rutina familiar se había roto.

G

en mi memoria se creó como una especie de bloqueo que no me permitió recordar lo que sucedió aquella noche. yo simplemente sé que había hecho un rechazo a estar en esa casa, a estar con él, pero no recordaba por qué…

N

un tiempo después, a los 13 años, el padre de Gretel la llevó a conocer a la hermana de su abuelo, que vivía en La Palma, otro barrio habanero de la periferia.

G

ese día que nos quedamos allí, mi padre, por supuesto, se emborrachó, y cayó en cama… Y mi tía, por la noche, me pide hablar conmigo en privado. me preguntó que si algo había pasado conmigo, o sea, si… si yo había tenido alguna especie de experiencia no grata con mi abuelo o con mi padre. entonces yo no dije que no, pero tampoco dije que sí…

N

su tía abuela le confesó que su hermano era un abusador.

 

también le contó que una vez ella llegó de visita y que Mercedes, quien tenía entonces dieciséis años, se quejaba de dolores en el bajo vientre.

G

como Caridad tiene su retraso mental y a cada rato se quejaba lo mismo de una cosa que de otra, entonces no le hacían caso.

N

ante la inacción de los abuelos de Gretel, la señora decidió llevar a su sobrina al médico. los exámenes arrojaron que tenía una enfermedad pélvica inflamatoria, una infección importante, seria. también lesiones vaginales sangrantes.

G

ya ahí entonces es donde descubren que mi abuelo estaba abusando de su hija hacía unos cuantos meses.

N

la tía intentó llevarse a la sobrina a vivir con ella pero su hermano lo impidió.

G

en aquel entonces, se vivía mucho el aquello de no… quedar mal delante de la familia y también las pruebas… no sé, el lío… yo no sé en qué paró aquella historia que ella no hizo fuerza ni por acusarlo, ni por llevarse a la sobrina.

N

la familia consideró dejar todo como estaba, a pesar de la constatación del abuso.

G

entonces es ahí donde yo me entero que yo no había sido la primera, que ya eso venía de atrás. después me entero…

N

había más historias… no solo la de Mercedes. 

G

yo tengo otra tía mayor, o sea otra hermana de mi papá, que es hija de mi abuela de su matrimonio anterior, no es hija de mi abuelo. esa tía mía se fue para Alemania, a los diecisiete años se casó con un alemán y se fue del país.

N

la tía Luisa.

G

Lily también pasó por eso una noche. a ella fue a los nueve años, ella tuvo que huir hacia Santiago para casa de sus abuelos paternos. después regresó, se lo dijo a su madre, que en este caso es mi abuela. mi abuela… la desmintió. dijo que lo que quería era separarla. no le hizo caso.

N

poco a poco Gretel fue conformando el mapa de quién era su abuelo realmente.

N

pero evadir aquella casa no significó un escape definitivo para Gretel. su padre la empezó a usar. lo que antes fue bailar al centro de una fiesta se convirtió en otra cosa.

G

me empezó a vender a sus amigos, con bailes privados ya más eróticos. nunca llegué a tener relaciones sexuales directamente con esas personas, lo único que hice fueron bailes eróticos. yo bailaba y ellos pagaban por mirarme, porque me quitaran una pieza de la ropa…

N

estuvo bailando para los amigos de su padre en habitaciones cerradas durante varios meses.

G

mi mamá fue a buscarme y mi abuela le dijo donde yo estaba, que estaba en una fiesta de santos, supuestamente, y cuando mi mamá llegó y vio aquel acto se encabronó, y me sacó de ahí y… tremenda bulla. Y, por supuesto, amenazó a mi padre con que si eso volvía a pasar no me iba a ver más.

N

Gretel tenía 14 años la última vez que vio a su padre. aquel día se le apareció borracho en la escuela secundaria y brindó una escena lamentable. ella sintió que ese había sido el límite.

G

no lo volví a ver más.

N

Gretel buscó reconstruir mentalmente un pasado en el que había recuerdos confusos, zonas de silencio y contradicciones. armó un rompecabezas en el que no todas las piezas cabían en el espacio que ocupaban. de un lado estaba el esperado cariño con el que los abuelos tratan a sus nietos y los padres tratan a sus hijos mientras del otro había manipulación y abuso.

 

con el paso de los años, Gretel empezó a tener pesadillas y alucinaciones.

G

me levantaba, me despertaba de madrugada y veía imágenes cerca de mí, o a alguien cerca de mí, pero no lograba definir su cara. como alguien muy cerca de mí, con una respiración muy jadeante, pero un rostro que no lograba definir…

«temerosa del desprecio guardé en castigo las violaciones
y muchas otras aberraciones en un tortuoso silencio…»

N

poco tiempo después vivió un evento que la llevó a tener una conversación con su madre.

G

a los dieciséis años decidí celebrar mi cumpleaños en un campismo y me fui con unas amistades.

N

un campismo es un sitio turístico popular, con infraestructura básica y muy económico, para realizar turismo de naturaleza. el campismo al que fueron Gretel y sus amigos está en Santa Cruz del Norte, en la costa de la provincia Mayabeque, cerca de la frontera con Matanzas, a más de 80 km de El Cotorro.

N

en ese sitio sucedió algo que volvió a dañar a Gretel. fue una noche, mientras se divertía con sus amigos. hacía mucho, muchísimo calor, estaban tomados y entonces uno le pidió que la acompañara a buscar dinero.

G

y el medio del cuarto ahí me metió un «con fuerza» y ahí… bueno, tuvo relaciones conmigo ahí, por no decir que me volvieron a violar.

después de que eso pasó, yo no sé cómo coño yo llegué al Cotorro, salí a las 4 de la madrugada de allá para acá, y cuando llegué estaba con una fiebre de 41, temblando y sudando, justo como estaba aquella en noche de los once años…

N

el cuerpo de Gretel respondía otra vez, del mismo modo, a una agresión igual.

G

y en esa fiebre, que mi mamá me estaba bajando, en ese delirio, a mí lo que me dio, en vez de contar lo que me pasó en el campismo, lo que me dio fue por contar lo que pasó a los once años, y ahí fue donde mi mamá se enteró. y a esa hora mi mamá quería salir a matar a mi abuelo…

N

el abuelo de Gretel nunca fue acusado. consideraron que ya estaba muy enfermo. murió de cáncer poco después.

G

cuando yo le cuento a mi mamá finalmente lo que había pasado, y me llevan por primera vez al psiquiatra, durante los procesos de las consultas y demás, una de las cosas que me recomendaron fue deshacerme de los recuerdos que tuviera de él físicos. y… de él y de mi padre y de toda mi familia paterna porque al final no fue solamente él el que me hizo daño.

N

Gretel quemó casi todas las fotos de su infancia, de los cumpleaños celebrados en casa de sus abuelos paternos. hoy solo tiene dos o tres imágenes de cuando era niña.

G

a los dieciséis años, cuando tuve digamos que este deslumbramiento pude entonces recordar con más detalle, aquella noche y entonces ya supe quién… era el motivo de mis pesadillas, para mí ese personaje… se convirtió como en el ogro de mis pesadillas. no es casual que le llame ogro.

«y aunque la vida caprichosa otra vez me obligue a andar,
entre la cumbre más misteriosa, sola, cansada y con pesar,
no me permito otra cosa que seguir como mis amigos.
porque si el ogro no pudo conmigo, no lo hará la erinia envidiosa»

N

a los 17, ocurrió un vuelco en la vida de Gretel. un noviazgo. uno diferente.

«si te encontrara justo
cuando sienta que faltas
tendré seguro entonces…»

G

ese es un chico que era instructor de teatro, un muchacho con unos sentimientos muy nobles, que tocaba la guitarra y no sé qué, y me escribía poemas. entonces me mostró el otro lado de la luna, la otra cara de la luna, como aquél quien dice. se fue a vivir conmigo al consultorio.

N

y le mostró otras formas de ocupar el tiempo y crecer espiritualmente. junto a él entró en un proyecto teatral.

G

y entonces así fue como yo empecé a interesarme por el arte, por hacer mi vida. fue mágico, fue un cambio radical.

N

vivieron juntos cuatro años en la vivienda adjunta al consultorio médico de la madre de Gretel.

G

eso fue… la gente me dice: «no, tú quemaste etapas». pero para mí fue un sueño.

con él yo tuve mi primer orgasmo porque él me fue muy paciente, me fue ayudando a yo empezar a conocerme, a conocer mi cuerpo y a conocer lo que me gustaba.

N

a los 18, Gretel comenzó a estudiar filología en la universidad, pero dejó la carrera. antes de matricular artes dramáticas en el Instituto Superior de Arte, trabajó durante un año en el Tribunal Municipal del Cotorro. era secretaria penal.

N

pero para entonces padecía episodios de depresión que terminaron por sofocar su relación.

 

a la depresión que sufría Gretel, se sumaron la ansiedad y el insomnio. pasaba hasta cinco días sin poder dormir casi nada.

 

cuando entró en el Instituto Superior de Arte estaba con una crisis nerviosa y depresiva fuerte.

N

un tiempo después Gretel pudo contarle a su madre con más detalles. pudo pedir ayuda. tenía 25 años.

G

vine una noche, decidida, de la escuela, me encerré con ella en el cuarto, estuve dos horas hablando con ella y se lo conté todo.

N

Gretel contó lo que la madre desconocía hasta entonces. rompió un silencio que no merecía seguir soportando. la madre habló poco, sintió un dolor abrumador.

G

eso destrozó a mi mamá… ella simplemente estuvo mucho tiempo llorando y… y después ella quedó en un silencio total… un disculpa.

N

en el momento de la grabación de este testimonio hacía aproximadamente un año que Gretel había superado las crisis.

G

yo estoy bien.

N

aunque a veces los recuerdos le provocan ataques de pánico y de ansiedad.

G

yo escucho un perro ahora ladrar aquí, cerca de mí, con un ladrido similar, y enseguida me pongo nerviosa. los caramelos, para mí… ufff, se convirtieron desde entonces en algo que no me gustan. el gofio, que es algo que yo adoraba, él también vendía bolsas de gofio y yo hace años que no como un gofio, y… el olor a humedad, porque la casa estaba en construcción. entonces el olor a humedad constante y de polvo y cemento en la casa es otra de las cosas así que puedo recordar.

N

‘Retrato de mujer’ fue la primera obra teatral que Gretel escribió. la montó y exhibió en la sala Bertolt Brecht. es la historia de su vida.

«…y aunque la vida caprichosa otra vez me obligue a andar,
entre la cumbre más misteriosa, sola, cansada y con pesar…»

N

la pieza con la que se graduó del ISA se llama ‘Lux’. la protagonista es una niña que muere de cáncer. iban a pasar muchas cosas con esa obra, publicaciones, giras…, pero nada se concretó.

G

aunque yo suelo tener mis crisis depresivas, por lo general soy una persona bastante alegre y bastante optimista. trato de no llorar innecesariamente.

N

Gretel no vive anclada en el pasado. quizás eso la ha llevado a tener muy diversos trabajos. fue secretaria en un tribunal municipal de justicia, aunque en realidad fue allí buscando trabajo como custodio. trabajó como dependienta en las cafeterías de 1ra y 70, en Miramar, como asesora en el Centro de Teatro de La Habana… es dramaturga, actriz y guionista. un guion suyo para un largometraje fue finalista en el fondo de fomento del ICAIC y en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. trabajó como continuista en la Casa Productora de Telenovelas…

N

la historia de Gretel no empezó ni terminó a partir de una violación, aquella calurosa noche en la que sus gritos de niña asustada tuvieron como única respuesta los ladridos de un perro.

«lo sabemos todo, en la vida lo sabemos todo, que no queramos aceptarlo es otra cosa.
que leamos libros de autosuperación, que estudiemos tantos filósofos, que vayamos a un psicólogo… es solamente para sentirnos apoyados, para buscar verdades que no son las que realmente necesitamos escuchar.
¿dramática? sí, soy genuinamente visceral. y me encanta, porque duele, ¡oh, sí que duele!
y eso me hace sentir que estoy viva, que no estoy vacía, y que tengo mucho, mucho que dar.»

CRÉDITOS
P

este testimonio fue grabado en noviembre de 2022 y fue transcrito por Inés Casal.

 

el guion es de Melissa Cordero Novo.

 

narró Laura de la Uz.

 

la edición y mezcla de sonido son de Irina Carballosa.

 

hemos escuchado fragmentos de los temas musicales:

 

— Alguien me detenga, de Eme Alfonso.
— El día que murió el silencio, de Cergio Prudencio, interpretado por la Camerata Romeu.
— La tuba, de Elvis Manuel y Jerry.
— La mujer del pelotero, de Baby Lores e Insurrecto; y
— Otra canción, de Santiago Feliú, interpretado por Camila Guevara

 

la música original para ‘La Mala Palabra’ fue compuesta por Carlos Sarmiento.

 

la producción general es de Enrique Guzmán Karell. lo asistió Ileana Botalín.

 

yo soy Laura Llópiz. estuve a cargo de la ilustración de este episodio y de la identidad visual de ‘La Mala Palabra’.

 

estaremos de regreso dentro de dos semanas con vivencias de personas como tú.

gracias, muchas gracias por escuchar.